viernes, 10 de mayo de 2013

Vivir


La inmensa sensación de estar vivo en el gozo de reír y, claro está, de llorar... todo forma parte de este regalo que es vivir.
Caerse y levantarse; equivocarse una y otra vez, aprender constantemente y sentirte más grande y fuerte; la satisfacción de crecer y evolucionar. Buscarse, encontrarse y construirse, para ser como cualquier ser humano y a la vez tan único y peculiar como nadie, y así comprender que aprender a quererse es aprender a querer a los demás, y así recíprocamente.
Evolucionar para afrontar, para disfrutar... y para comprender.
Comprender, entre otras cosas, que la felicidad al fin y al cabo depende de nosotros, claro está; y que en el fondo ésta tiene su gran significado en compartirla y aportarla al mundo aunque a veces el mundo no esté por la labor... Siempre está en nuestra mano DECIDIR si vamos a sembrar ese granito de arena, aunque sea pequeño.

La vida no es más que un paso, cuyo sentido reside en el propio camino. Un crecimiento y una lucha constante sin un final concreto, salvo el de marcharnos habiendo dejado un buen legado de nuestro paso por el mundo. Un legado que, sea mucho o poco, siempre puede ser grande. Un pequeño gran legado que puede perdurar y heredar todo aquél a quien hayas dejado una huella, por pequeña que sea... y así sucesivamente... Y eso precisamente puede que sea lo que hace a la vida tan hermosa...
Tan complejo y tan simple.

Vivimos muy ciegos y a veces inconscientes; el mundo a veces se pierde en su propia inmensidad. Pero recordad que SIEMPRE hay y habrá gente maravillosa con la que compartirse, con la que aprender, a la que entregarse y a quien querer. Y ése es quizás el mayor regalo que podemos tener mientras andamos nuestro camino...
Amad siempre, a pesar de la maldad, del desengaño y de la decepción. Al fin y al cabo cada caminante tiene una velocidad y un tiempo para encontrarse, y la venganza y el rencor sólo es un cáncer para el alma.
Siempre hay grandes seres escondidos. Cuidadlos como el tesoro que son... y si además se cruzan en tu vida y forman parte de ella, dad gracias de lo afortunados que sois... Yo desde luego lo soy, inmensamente

Después de compartir estas líneas que espero aporten algo a alguien (y si no, ahí quedarán), comparto parte de mí en forma de Música: un pequeño regalo y uno de los temas más importantes de mi vida.
Últimamente la elocuencia me abandona, así que espero que esta inmortal música y lo que significa para mí expresen lo que no me dan las palabras.

Sed felices...


viernes, 26 de abril de 2013

I will remember


10 años sin ti.
Precisamente hoy me dio por prestarle atención al calendario, pero al fin y al cabo sólo es una cifra. Tan breve y tan largo tiempo. No ha habido un sólo día en el que no estuvieras en mi cabeza y en mi corazón. No hay día en el que no te lleve conmigo.
Han cambiado tantas cosas: queda muy poco de aquel niño y a la vez todo. Sigo y seguiré alimentando esa "luz" en la que tú tanto creías; buscando mi camino fielmente; y sobre todo, sigo intentando ser cada día mejor. Sólo espero que estés orgulloso de mí; y sé que será así siempre que yo lo esté de mí mismo.
Gracias por inspirarme, admirarme y quererme más que nadie. Por creer en mí desde el comienzo. Por hacerme inmenso desde el comienzo de mi existencia con el mero hecho de ser parte de ti.

...Aún sueño con que vuelves de algún lugar... y daría el mundo entero por abrazarte un sólo segundo.
Te quiero...


martes, 23 de abril de 2013

Haciendo amigos

Diplomacia cero, hoy no: ¡¡ESTOY HASTA LOS HUEVOS!!
Hasta los huevos de tanto gilipollas y tanto digno de mierda. Y hoy me toca a mí escribir parrafitos, que también lo sé hacer.
Soy consciente de que no tengo ningún nombre ni canto con Fulanito ni Menganito. Soy consciente de que me gano la vida tocando por pueblos en una orquesta.
¿Y? ¿Es acaso algo malo?
Me gano la vida currándomelo y echándole huevos; bastantes más que todos los bocazas que tantas gilipolleces decís. Me hago una cantidad interminable de bolos que a muchos quisiera yo ver hacer sin romperse la garganta; durante más de cinco horas, día tras día, pasando por todos los registros, dándolo todo, sin parar, y no precisamente sin moverme del sitio. Canto con músicos que problablemente os den cuatrocientas vueltas a muchos de vosotros pero no malgastan su tiempo en palabrería y "postureo". Extramusicalmente, poseo unas tablas que, sean o no de la hostia, nunca había imaginado tener y he adquirido aquí. Paso por todos los palos musicales posibles, desde el respeto y la superación. Comparto momentazos (y gambazas también) con gente increíble... Y no sé a qué carajo os dedicaréis vosotros ahí encima, pero yo me dedico a hacer vibrar a la gente, o al menos a intentarlo. Desde un niño con el "Corro de la patata" a un abuelo con "La Campanera"; desde un bailongo de la radiofórmula hasta un fan de los Toto o los Queen... etc etc etc.
¿Que hay gente borrica abajo del escenario? Tú decides con quién y con qué te quedas (aunque con todas las situaciones se aprende). También la hay tras un mostrador de gasolinera, profesión muy digna también, pero a la que personalmente no aspiro.
Si los primeros que hacemos de nuestro trabajo una mierda somos nosotros, de por sí va a ser una mierda... y pinchada en un palo además.
Es evidente que en la verbena no podemos dedicarnos a tocar exclusivamente lo que nos gusta (aunque siempre hay un hueco), puesto que es algo orientado para todo el público, pero no significa que sea una basura y que encima haya que ir con esa actitud.
Para hacer las "delicatessens" que a ti te gusten tienes tu actividad fuera de la orquesta. Yo la tengo. Hago otras cosas fuera de ésta; hago mi música e incluso experimento cosas nuevas; también entiendo y/o gusto de cantar muchas otras cosas, y muchísimos estilos; aunque no lo pregone, porque creo que no me hace falta. También estudio y me he dejado y me dejo las innumerables horas con mi instrumento, no tenéis ni idea de cuántas. Nadie me lo regala. Aún espero conocer a alguien que se cuide la mitad que yo (pero mientras tanto sigo oyendo gilipolleces en silencio)
No soy un conformista, y claro que aspiro a muchas más cosas, pero ésta en concreto que me da de comer es igual de seria y respetable. Y claro que sí: un reto también.
Cada verano es un reto, y cada temporada es un intento de superarme y ver cuánto más puedo dar de mí.
Aplico mi sudor y mi alma siempre. En la orquesta doy lo mismo que fuera de ella: todo... Sigue siendo Música, lo cuál para mí es mi vida y mi sentido; y soy yo el primero que tiene que mostrar un respeto.
(Sobra decir que subirse borracho a un escenario es motivo de que te vayas a paseo y te dediques a otra cosa)
Estoy hasta el mismísimo rabo de que haya músicos que clasifiquen el "trabajo orquestero" de ciertas maneras. ¿Quizás yo he tenido suerte? ¿Quizás he dado con gente que merece la pena y que ha apostado por mí? Puede ser, pero tampoco nadie me ha regalado nada; y, así como convivo con personas maravillosas, también han pasado unos cuantos (bastantes) que lo único que han hecho ha sido el capullo, y bien que desean volver aquí, en el mismo lugar en el que estoy yo en concreto, por mucho que despotriquen.
Si no os gusta, buscaos otro trabajo. Y si tanta indignación supone para vosotros currar de esto, no sé qué hacéis que no estáis haciendo giras en solitario, tocando con Beyoncé, o dando clase en Berklee.

Antes de acabar... sobre todo sobre todo sobre todo... estoy hasta los mismísimos cojones de tanto niñato desagradecido con la vida y de quejicas inconsciente o insultantemente ingratos con la suerte que tienen de tener un curro de puta madre o un talento de la hostia desperdiciado en soplapolleces vitales.

Cerrad el pico y haced algo por vuestra alma; y si no, idos a la mierda y dejad de joder...