Bendigo el día que decidí lanzarme a explorar ese mundo peligroso... desnudo y sin más arma que mi valor. Bendigo haber tenido la inmensa suerte de cruzarme contigo nada más emprender ese camino; de poder reencontrar la luz que a veces pierdo con sólo saber que me observas.
Bendigo esa sensibilidad declarada, saber decir que se es humano, que se sufre, se ama y se llora, porque la vida es así, y de poco sirve disfrazar el alma. Bendigo el valor de la entrega y la nobleza sin esperar nada a cambio.
Bendigo esa afinidad interna... esa autenticidad, donde hoy por hoy la honestidad es un "arte desfasada".
Bendigo la inmensa alegría y orgullo de poder aportarte un pequeño grano de energía; el privilegio de aprender conjuntamente contigo... Bendigo la extraña e inmensa sensación de sentir que has estado incluso antes de conocerte, y que nunca podré ni me permitiré soltarte.
Después de cierto día, bendeciré las lluvias en Francia después de un día abrasador...
Bendigo las rarezas de la vida
Bendigo poder encontrar uno entre un trillón
Bendigo las lluvias en África…
Toto – Africa
Para ti… en ese lenguaje que en el fondo poca gente comprende
Te quiero... no sabes cuánto.
Gracias!
