martes, 2 de septiembre de 2014

Pedestal

"El rugir del mar cayó,
en su voz ya no hay calor... ya no hay fuego.

Rabia y decepción...
El latir de un corazón... se desvaneció

Furia que cesó...
...y ahora el mar soy YO"

(Leo Jiménez - "Decepción")

miércoles, 26 de febrero de 2014

En ocasiones siento La Fuerza... a horas intempestivas

¡Hombre! ¡Yo por aquí! ¿En que andaba? ¿No tenía otra cosa que hacer que andar escribiendo y hablando conmigo mismo? Pues parece que no, ya que, a pesar de estar reventado, haber dormido poco y haber madrugado, mi reloj interno tiene unas cuantas tuercas rotas y de repente le da por ponerse en modo escenario. Los pensamientos que rondan a estas horas y en estas circunstancias pueden ser muy variopintos. Desde los pajilleros más clásicos o más pervertidos, hasta el origen y el sentido del ser humano... ...bueno... igual… éstos no son tan diferentes.
El caso es que, productivos o no, muchas veces se van por el conducto de reciclaje cuando la situación y el plan a ejecutar es intentarse dormir de una cochina vez, como en este caso.

Ahora mismo y en este estado de absurdidad existencial, tras levantarme resignado de la cama  y encender el PC ante la conclusión de que el día aún no se ha acabado (y dado que nadie iba a escuchar Radio Gómez Ulla), mirando rincones tan interesantes como b...anales por la red, entre mis pensamientos me preguntaba qué había sido de éste mi blog y, puestos a profundizar, por qué parece haber muerto el furor de actualizarlos entre la mayoría de sus usuarios.
Quizás por el dominio de las redes sociales, quizás porque nos da pereza agarrar un teclado de vez en cuando y lo hemos cambiado por sustituir los 360 grados de la visión que nos da el mundo por una mierda de pantalla enana 16 horas al día. No quiero ser pesado, pero los pocos a los que la evolución no nos haya producido estrabismo hereditariamente adquirido tendremos más posibilidades de sobrevivir cuando llegue el apocalipsis zombie. Igual no llega a ocurrir (ya que el apocalipsis se dará bastante más prisa que la evolución y los zombies ya son un hecho), pero antes de sucumbir en la destrucción, habré vivido bastante más que vosotros.
Igual es que los autores de ciertas genialidades de la Serie B de la vida ya no se llevan el portátil mientras dejan parte de ellos en el WC; y escribir toda una entrada en el móvil obviamente puede dejar las articulaciones de la mano imposibilitadas para limpiarse el culo. La verdad: no lo sé, aunque da rabia, los había muy buenos. Otros no tanto, pero las paridas y sucedáneos de reflexiones vitales de adolescentes de entre 16 y 40 años siempre son graciosas, y generalmente eran adolescentes que escribían sin errores ortográficos, razón y rareza más que suficiente para considerarse válido hoy en día. (El 90% restante recuerdo que escribían en algo bastante ridículo llamado fotolog o algo así)


Sólo sé que me he puesto a autostalkearme el mío propio, y dadas las gilipolleces que puedo llegar a escribir algunas veces, puedo entender por qué murió el escaso e intermitente furor que tenía por dejar parte de mi reflujo cerebral en esta ventana solitaria. Aunque alguna entrada me ha hecho bastante gracia; de vez en cuando tengo momentos de lucidez y todo.
(P.D.: Sí: son las nueve menos cuarto de la noche, pero es que se me olvidó subir lo que había escrito xD)